PLASTIKOS, EL 5.° ELEMENTO
Punto, línea, superficie. Volúmenes llenos o vacíos. Plantillas cóncavas o convexas. Ángulos y aristas. Uniones que acogen formas geométricas. Que se transforman en diseño, en componentes técnicos. Conjunto de forma y funcionalidad.
Plastikos, capaz de ser forma. Esta se llama Plástico.
Tiene su propio ADN, tiene su propia lengua (química), tiene su propio carácter (humano).
En el mundo como escenario, el Plástico se ha establecido como nuestro 5.° Elemento. Es contemporáneo. Es innovador. Es un modo intenso de conjugar el saber nuevo con los procesos de construcción en serie. En su característica de ser Elemento, el Plástico es un horizonte tangible del progreso.
Las cosas no existen si no tenemos palabras para llamarlas.
La lista de las cosas de plástico es un juego infinito. Es de plástico (casi) todo, menos lo natural: Aire, Tierra, Agua, Fuego. Su presencia es atractiva: entra en contacto con las necesidades, los comportamientos, el estilo del Hombre.
Al ser maleable, nos hace pensar que el plástico es una escritura de la vida: al final, nace de la curiosidad, de la fantasía humana para luego convertirse en objetos, instrumentos, componentes que nos acompañan en nuestra vida.
Se dice que una cosa es de plástico. Y así, cada cosa de plástico, en su propio mundo, tiene un valor genérico, una propia esencia. Hay plástico y plástico Según la función requerida, según el objetivo deseado.
Y por lo tanto, quien trabaja con el plástico – con la innovación y con los procesos de moldeo del plástico – es una especie de tutor, de guía, de entrenador, que exige al producto prestaciones cada vez mayores.
En su fuerte identidad, en sus altas prestaciones, el plástico es la materia viva del mundo. Dioma, con sus fuertes competencias e inspiración está a su lado para poner en juego todo lo nuevo que se desarrolla.